jueves, 27 de febrero de 2014

Siglo XXI: EE.UU. y su estrategia geopolítica global

Enviado por bquaglio




1. Introducción
2. El conflicto de Kosovo y la OTAN
3. La viabilidad estratégica del Estado-Nación
4. Santa Fe IV" y el futuro de América Latina y el Caribe
1. Introducción
En el 2050, dentro de medio siglo, ¿cómo será el mapa geopolítico del mundo?. Brian Beedham, en un artículo en The Economist de Londres, manifestó que, "la guerra de Kosovo ha ayudado a aclarar las ideas sobre la probable forma del mundo en el 2050 y sobre la manera en que podemos ayudar a convertirlo en un lugar mejor".(31,07,1999).
Un mapa geopolítico del mundo realizado en cualquier época no traduce una simple operación aritmética de suma de Estados. En el siglo XX, en 1914, antes de la guerra mundial, eran 62. En 1946, sumaban 74. En 1999 se integraban a la ONU 193. ¿En el 2050?. La mayor interrogante se sitúa en establecer las consideraciones respecto a si el Estado - Nación mantendrá todos sus poderes o bien, como señalan reconocidos analistas, él se irá lentamente restringiendo, ante la presencia de nuevos actores en el escenario mundial y, particularmente, ante el gran poder económico globalizante de las empresas transnacionales.
Luego de la paz de Versalles, mi generación estudiaba historia y geografía con un atlas que luego, medio siglo después, mis hijos descartaron "por antiguo". Hoy, mis nietos están conociendo, en muchos continentes (europeo, asiático y africano) los contornos de Estados que "no existían políticamente" en la época de sus padres. La finalización de la "guerra fría" permitió nuevos cambios -algunos muy radicales- en el escenario mundial. Esto repercutió, lógicamente, en el análisis y la proyección geopolítica mundial.
"Los diferentes países y regiones del globo considera Paul Kennedy- están estructurados de diferente manera (en términos de emplazamiento geográfico, niveles de cualificación de la población, recursos , activos fijos) y están mejor o peor preparados para responder a los retos transnacionales a los que todos se enfrentan. Es más, en el seno de un determinado país las estructuras pueden hacer que el impacto de una nueva tecnología sea más severo o más beneficioso- que en otro país con estructuras diferentes: la agricultura biotecnológica, para ofrecer un ejemplo obvio, puede ser beneficiosa en un país de alta tecnología e importador de alimentos como Japón, pero es potencialmente desastroso para países en vías de desarrollo como Ghana o Costa Rica, que dependen de la exportación de . El simple hecho del lugar en que un pueblo se encuentra situado en este planeta y de lo abundantes que sean sus recursos humanos y tecnológicos, afecta en gran medida sus perspectivas a la hora de enfrentarse a las inminentes transformaciones globales".
Desde la lectura de "La riqueza de las naciones" de Adam Smith (1776) hasta el más reciente libro de Zbigniew Brzezinski "El gran tablero mundial" (1998), se van presentando fundadas como discutidas opiniones de economistas, geopolíticos, financistas, inversores, etc., respecto a: "El enfrentamiento norte-sur: un polvorín en el mundo moderno" (L. Emerij); "En busca de un mundo mejor" (K.R.Popper); "La reinvención del gobierno" (D. Osborne y T. Gaebler); "Soberanía: un principio que se derrumba" (R. Bergalli y E. Resta (comps.); "Visiones del futuro" (R.L. Heilbroner); "Por un futuro alternativo" (P. Kelly; "El marketing de las naciones" (P. Kotler y otros); para citar algunos conocidos ensayos .
2. El conflicto de Kosovo y la OTAN
Es opinión aceptada, que el conflicto de Kosovo ha permitido redibujar los grandes objetivos de los países-potencia en política , en particular de la Unión Europea y los Estados Unidos, socios en la OTAN. Pero la finalidad, las intenciones, el verdadero alcance de los objetivos de esa guerra, deben ser encarados en perspectivas diferentes.
"Para Europa, Kosovo no tiene ningún interés estratégico", pues para la UE, la capacidad estratégica teórica de un territorio reside en su capacidad de exportar molestias: caos político, pobreza crónica, emigración clandestina, delincuencia, acciones de mafias de cualquier tipo, etc.
Para Estados Unidos, Kosovo carece también de interés estratégico, pues su control no aporta ningún tipo de ventaja: en lo militar, en cuanto a recursos prioritarios, como ruta vital. Situación contraria al "teatro" que se presenta en los Balcanes asiáticos, ante la importancia de las grandes reservas de gas y petróleo del Mar Caspio. Sin embargo, el gobierno de Washington -y el Pentágono- participaron activamente en el conflicto de los Balcanes, por otras razones más trascendentes. Para Estados Unidos lo que estaba en juego era la razón de existir de la OTAN, pues viene demostrando que aun no está plenamente unida y que para encontrar una factible solución al conflicto de Kosovo, las potencias europeas debieron admitir los puntos que habían rechazado en la Cumbre de Rambouillet: el acuerdo de paz con Belgrado, firmado bajo la autoridad de la ONU y por decisión del Consejo de Seguridad.
Señala Eric Hobsbawn que "la novedad de la situación que se ha creado en los Balcanes es que la línea divisoria entre conflictos internos y conflictos internacionales ha desaparecido o tiende a desaparecer. Y eso quiere decir que la diferencia entre guerra y paz, estado de guerra y estado de paz, también se ha difuminado". Concuerda con Norberto Bobio cuando el político italiano manifiesta: "La verdadera pregunta es si la guerra de Kosovo ha sido una guerra legal según las reglas del pasado. La respuesta es no. Las viejas reglas de la guerra y la paz, que distinguían los conflictos internos de los internacionales, han sido vulneradas y no me parece en modo alguno que vayan a ser restauradas en breve plazo".
El francés Lionel Jospin ha declarado que se trató de "Un combate por la civilización". Hay quienes defienden la intervención de la OTAN "por motivos humanitarios". La realidad es que el principio de soberanía, tal como está definido en el artículo 3º de la "Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano", de agosto de 1789, miles de bombas lo redujeron a "letra muerta" el 24 de marzo de 1999.
Variadas interrogantes han surgido en el debate político y académico internacional luego de la intervención en Kosovo. ¿La autoridad de la ONU con su Consejo de Seguridad es precaria en la , por cuánto su estructura se diseñó para controlar la situación mundial luego de 1949, ante un mundo dividido en bloques militares? ¿La ONU puede debatir y tomar decisiones acertadas, confiables, en un mundo globalizado económicamente, con conflictos tan variados como asimétricos.?
¿El Consejo de Seguridad de la ONU, tiene legitimidad, cuando la mayoría de sus Miembros no representan hoy en día el poder político, económico y militar que una vez poseyeron en el mundo?
Las Naciones Unidas, como actualmente están organizadas, no están en condiciones de funcionar en el siglo XXI.
Y las preguntas se van acumulando: "Cómo conciliar los términos "causa humanitaria" y "uso de la fuerza"?. ¿Puede haber "bombardeos éticos" cuando hay, por error, víctimas civiles?. ¿Se puede hablar de "guerra justa" cuando la desproporción militar y tecnológica entre los bandos es tan grande? ¿Qué respuesta moral, la legítima de los kosovares, puede suponer la destrucción de los serbios? ¿Hasta que punto es lícito intervenir en Kosovo, por causas humanitarias, despreciando la soberanía de un país y la autoridad de la ONU y, no hacerlo en Chechenia, Nigeria, Sudán, Sierra Leona, Zaire, etc.? ¿Cuáles son y dónde tienen que darse las situaciones límite para intervenir?.
El conflicto abierto en Yugoslavia -por la decisión anglosajona, no europea, de Gran Bretaña y Estados Unidos-, y que fuera asumido por la OTAN, le ha facilitado a ésta establecer un nuevo marco para su accionar. La Alianza Atlántica, desbordando el escenario europeo occidental procura controlar el vasto territorio euroasiático. Su mirada abarca desde Lisboa hasta Vladivostok.
Últimamente, la OTAN por sugerencia de su principal socio Estados Unidos ha decidido acercarse a costas latinoamericanas y del Caribe. La operación "Relieve Discomfort" (RD.01) se realizó del 18 al 22 de febero 2001, en la isla caribeña de Curazao "en preparación para el caso de desastres naturales", según indica el objetivo del Pentágono, participando siete barcos de guerra de Canadá, Dinamarca, Alemania, Holanda, España, Inglaterra y Estados Unidos.
Queda como "asignatura pendiente" para el actual Secretario de Estado Colin Powell , la "cuestión del canal de Panamá", zona de gran importancia geopolítica, ante el incremento de la presencia y participación china en el área entregada por Estados Unidos al control del gobierno panameño a finales de 1999.
3. La viabilidad estratégica del Estado-Nación
Luego de la caída del simbólico "muro de Berlín", el poder internacional comenzó a redistribuirse en un sentido restrictivo. Estados Unidos es la única potencia que ha consolidado su poder. Estratégica y militarmente ha definido su "papel hegemónico global". En el campo económico y tecnológico aun existe un cierto equilibrio entre centros de poder que se destacan en Europa, Japón, y que a través de empresas transnacionales procuran establecer una relación de interdependencia con Estados Unidos, sin descontar la importancia de China.
En un sistema globalizado como el actual, el poder relativo que ostentan países en desarrollo se debilita vertiginosamente, produciéndose una selección de la viabilidad del Estado-Nación. Tan sólo, los menos, conservarán simbólicamente ese título, ya que los más, no tendrán ningún peso en la de negociación del poder mundial e incluso regional. Estos últimos podrán ser considerados como semi-Estado, sin el menor juego interdependiente, sometidos a la influencia de potencias regionales y globales, merecedores de una asistencia internacional para el desarrollo, confinados en una especie de "sala de cuidados intensivos" internacionales, destinada a evitar un proceso de descomposición socio - política que desestabilice una subregión o región.
Lester Thurow en el último capítulo de su libro "Head to head", se pregunta: "Quien dominará el siglo XXI?". Considera que en la carrera económica de este mundo multipolar (en ese campo) , alguna de las grandes potencias tal vez se adelante a las restantes. Quien lo logre, tiene probabilidades de permanecer en la vanguardia y ese país o esa región del globo, se adueñará del siglo XXI, tal como Gran Bretaña se apoderó del siglo XIX y Estados Unidos de la segunda mitad del siglo XX. Afirma Thurow: "Es probable que el siglo XXI se caracterice por la existencia de un líder económico definido, pero no por la existencia de un país que se imponga a todo el resto del mundo".
Los objetivos geopolíticos hegemónicos globales de Estados Unidos
La posición hegemónica global de Estados Unidos, que comienza a gestarse a partir de la segunda mitad del siglo XX, es algo novedoso en el sistema internacional. A lo largo de la historia mundial, ningún sistema ejerció una hegemonía global. Las hegemonías regionales , también, han sido escasas. Se comenzó a hablar de ella en el siglo XVIII. "La hegemonía británica, que fue muy intensa en lo económico, en lo cultural y, en ciertos aspectos, también en lo militar (Gran Bretaña dispuso de una flota mayor que todas las demás flotas del mundo juntas), nunca fue tan fuerte como para incitar a Gran Bretaña a organizar el mundo. Los ingleses hicieron lo posible para regularlo de acuerdo con sus intereses, pero no para dominarlo".
Tampoco existió hegemonía española en el siglo XVI, ni francesa en el siglo XVII aunque Luis XIV -el Rey Sol- se acercó a ella. Napoleón y Hitler, como conductores de un Estado lograron por poco tiempo dominar tan sólo gran parte de un continente, pero nunca la política mundial.
Un sistema democrático no puede ejercer una hegemonía global.
En la década del ´90, reconocidos analistas en estrategia, geopolítica, ciencia política de los Estados Unidos, han publicado importantes libros referidos a la evolución del poder internacional y, particularmente al papel que le corresponde ejercer a Estados Unidos en "El gran tablero mundial" como lo define Zbigniew Brzesinski.
En abril de 1997, este reconocido analista, considera que Eurasia al mantener su importancia geopolítica, -destacada a principios del siglo XX por el inglés H. Mackinder- lleva a los Estados Unidos a priorizar en su agenda de política exterior tan importante espacio continental, pues Eurasia es "el tablero en el que la lucha por la primacía global sigue jugándose y esa lucha involucra a la geoestrategia: la gestión estratégica de los intereses geopolíticos". Considera que a partir de la Primera Guerra Mundial -que fue una guerra europea, no una guerra global- "Europa iría dejando progresivamente de ser un sujeto para convertirse en un objeto de la política global"."La era europea en la política mundial llegó a su fin en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial".
Siguiendo con el análisis, Brzezinski considera que los años de la "guerra fría" estuvieron dominados por la lucha entre los Estados Unidos y la Unión Soviética por la supremacía global. "En algunos aspectos, esa lucha representó el cumplimiento de las teorías más caras a los geopolíticos: enfrentaba a la principal potencia marítima mundial, dominante tanto sobre el océano Atlántico como sobre el Pacìfico, a la principal potencia terrestre mundial, la fuerza suprema en el territorio asiático. La dimensión geopolítica no podía haber quedado más clara: América del Norte versus Eurasia disputándose el mundo. El ganador dominaría verdaderamente el globo. No había nadie más que pudiera obstaculizar el camino, una vez que se alcanzara, finalmente, la victoria." El gobierno de Washington, alcanzaría a ejercer la hegemonía mundial. A juicio del analista, tal objetivo fue logrado sin aparente rival. Sin embargo, Brzezinski se pregunta: "Pero, ¿seguirá siendo así en el futuro?"
El brasileño Helio Jaguaribe analizando el nuevo orden mundial, afirma que "Estados Unidos no tiene una supremacía, su poder es inestable. La superación del bipolarismo, por la implosión de uno de los contendientes (la exURSS) dejó a Estados Unidos como la única superpotencia, pero no se puede hablar estrictamente de que ejerza una clara supremacía mundial, a pesar de su poderío en todos los órdenes." Para Jaguaribe, hay un atisbo de oposición por parte de países como Francia y Alemania o la Unión Europea en su conjunto; inclusive China. Pero no alcanza a constituirse como un polo de contrapeso. Como consecuencia asistimos al "unimultilaralismo", que para el analista brasileño traduce: "una unipolaridad con reminiscencias del multilateralismo".
Volviendo a Brzezinski, "Los tres grandes imperativos de la geoestrategia imperial son los de impedir choques entre los vasallos y manetener su dependencia en términos de seguridad, mantener a los tributarios obedientes y protegidos e impedir la unión de los bárbaros". Por tanto, para la política exterior estadounidense se hace imperativo identificar y proteger a los pivotes geopolíticos euroasiáticos clave de la posguerra fría, lo que se presenta como un aspecto crucial para la geoestrategia global de Washington.
"En conclusión - dice este autor- desaparecida la Europa de Yalta, es esencial que no se produzca una regresión a la Europa de Versalles: Por lo tanto, la principal meta geoestratégica de los Estados Unidos en Europa se puede resumir en pocas palabras: consiste en consolidar, a través de una asociación trasatlántica más genuina, la cabeza de puente estadounidense en el continente euroasiático para que una Europa en expansión pueda convertirse en un trampolín más viable para proyectar hacia Eurasia el orden internacional democrático y cooperativo".
El alcance y la penetración del poder global estadounidense en al actualidad son únicos. Controla todos los océanos y los mares principales del mundo. Tiene la supremacía en los cuatro ámbitos decisivos del poder global:
- En el militar con un alcance global inalcanzable
- En el económico: a pesar de las sombras actuales de recesión, continúa siendo el principal mercado productor y consumidor
- Mantiene –aunque con relativo margen- una posición de liderazgo tecnológico en los sectores de punta
- En el cultural, ejerce una fuerte influencia en el amplio campo de la juventud mundial, procurando establecer un determinado modelo socio-político global.
4. Santa Fe IV" y el futuro de América Latina y el Caribe
El "Grupo Santa Fe" del partido republicano de los Estados Unidos, ha ido elaborando en las últimas décadas cuatro documentos básicos donde se plantean y analizan los puntos más sensibles en el ejercicio de gobierno de Washington por parte de esa corriente política.
En el reciente período electoral, se conoció el documento "Santa Fe IV", elaborado por Gordon Summer Jr., Rachel Ehrenfeld, David Foster, Sol Sanders y el geopolítico Lewis A. Tambs.
En el capítulo sobre los intereses de Estados Unidos Unidos en América Latina, destacan los autores lo que denominan "Las nueve D": Defensa, Drogas, Demografía, Deuda, Desindustrialización, Democracia Populista, Desestabilización, Deforestación, Declinación de Estados Unidos.
En DEFENSA, el documento indica, entre otros conceptos: "Pero la cuestión clave cuando se discute la defensa del hemisferio es ¿cuál es la amenaza? Como se discutió en Santa Fe I, II y III, antes Estados Unidos enfrentaba una amenaza relativamente bien definida, que era comprensible para el americano medio. En la actualidad esta amenaza se ha vuelto infinitamente más complicada y difícil de definir. También, parecería que ha surgido en escena una nueva amenaza al hemisferio de singular fuerza: los comunistas chinos. Hicieron una aparición importante en Panamá y han reemplazado a los soviéticos en el Caribe". Señala el documento : "los dos puertos, en el extremo Atlántico y Pacìfico del canal, están en manos de la Compañía Hutchinson Whampoa, una empresa que tiene vínculos muy estrechos con Beijing." En este punto, Santa Fe IV, plantea los principales elementos geoestratégicos que siguen siendo importantes para la seguridad nacional de Estados Unidos: "1. Control de los estrechos atlánticos. 2. Uso del canal de Panamá. 3. Una ruta sureña segura alrededor del Cabo de Hornos. 4. Seguridad de que los países del hemisferio no son hostiles a nuestras preocupaciones de seguridad nacional. Además, que los recursos naturales del hemisferio están disponibles para responder a nuestras prioridades nacionales. Una "Doctrina Monroe", si quieren".
En el tema Drogas, luego de hacer una severa crítica a la posición de reconocidas figuras como George Soros, Robert McNamara, Walter Cronkite; Fundaciones, políticos y académicos que se han manifestado a la "cacofonía de la legalización", el Documento indica que: "La realidad geopolítica es que el tráfico de drogas reconoce cada vez menos fronteras nacionales. La guerrilla colombiana amenaza regularmente con ejercer represalias en los países vecinos dispuestos a ayudar a Estados Unidos a combatir el tráfico de drogas." "Nuestra meta debe ser un enérgico esfuerzo para impedir que el narcoterrorismo desestabilice la región y se produzca la "colombianización" de los países vecinos".
En relación a la Demografía, considera que "el poder demográfico es crítico en las Américas. La población de 171,8 millones de habitantes de Brasil sobrepasa la de la América del sur española que totaliza 164,8 millones .Similares condiciones existen en América del Norte, donde las población de Estados Unidos de 272,6 millones de habitantes sigue sobrepasando la de América Central, México y el Caribe que llega a 159,9 millones. En cuanto al año 2000, América Latina disfruta de una ventaja récord de unos 487 millones frente a 273". El tema principal se centra en los indocumentados que por diversos motivos procuran entrar en los Estados Unidos. Una situación crítica llevó en 1980 a establecer la "Operación Jaque Mate" enfrentada a la consigna sandinista "Revolución sin fronteras" . En Santa Fe IV se expresa: "En consecuencia, el poder demográfico cuenta en América del Sur, en Eurasia y en América Central, donde Estados Unidos representa las puertas del cielo para millones de inmigrantes hispanos. ¿Debería continuar este ingreso masivo, que trae olas de narcóticos ilegales?. Las preguntas son: ¿permitiremos que continúe esta inundación? ¿Será asimilado e integrado este flujo a la cultura y la sociedad norteamericana? ¿O servirá como involuntario instrumento de desintegración y de caos económico y social?"
En la "D" de Deuda, luego de hacer una síntesis histórica de la correspondiente a los países de América Latina, considera que ésta y el Caribe "están gravemente endeudados al entrar en el nuevo milenio.Por desgracia, Estados Unidos también carga con el grave peso de una deuda pública de U$ 5.646.486.691,13 al 1º de junio de 2000. mientras que el déficit comercial de 1999 subió a un récord de unos U$ 300.000 millones Estados Unidos, en consecuencia, está a merced de los acreedores extranjeros, así como de aquellas personas de afuera que tiene dólares estadounidenses en efectivo como divisa de reserva".
La Desindustrializacion, definida como la transferencia de fábricas, plantas de montaje y otras instalaciones mecánicas, fundamentalmente a las maquilas mexicanas, y a otros países latinoamericanos llevó a un desempleo muy grave y fracaso en la "Iniciativa de la Cuenca del Caribe" (CBI) integrada a los intereses de Estados Unidos.. La desindustrialización considera el Documento –por factores de seguridad pública- "está acelerándose y los grandes perdedores son Argentina, las repúblicas de la CBI y Estados Unidos que se vio todavía más debilitado con el Tratado de Kyoto (Clinton-Gore) de 1997, el cual impuso graves regulaciones ambientales a los fabricantes norteamericanos pero eximió de ellas a las naciones en desarrollo. Brasil y México, apoyados por inversores de Estados Unidos, Lejano oriente y Europa son los ganadores". "No es extraño que la democracia populista posterior a la Guerra Fria esté en pleno surgimiento".
Democracia Populista . El documento Santa Fe IV, luego de realizar un análisis crítico de lo sucedido en Argentina: "Las políticas de Menem, tan diferentes de las de Perón, fracasaeron en resolver gran parte de los problemas de la Argentina. Muchos ciudadanos se encontraron sin empleo y sin referente político, sino tan desesperados como los descamisados de los años anteriores a Perón". Respecto a Venezuela, donde durante muchos años la política partidaria ha sido nominalmente democrática y blanda, considera que en la actualidad, "Los capitostes de la prensa han intentado definir a Chávez como un peronista o un fidelista. Pensemos mejor en Chávez como un Huey Long en uniforme, un populista que tiene ambiciones para sus votantes y para sí mismo. Apoyándose en el bolivarismo, aspira a formar la "Gran Colombia", probablemente como república socialista". Santa Fe IV, destaca a México como "un excelente ejemplo de la globalización del capital posterior a la Guerra fría." "Con el triunfo de Fox en las elecciones de julio de 2000, es posible que veamos el comienzo de la transformación del tema del trabajador mexicano en Estados Unidos en un tema importante dentro de la política mexicana". "En consecuencia, la democracia populista posterior a la Guerra Fría domina América Latina desde el Cabo de Hornos hasta Río Grande y está empezando a introiducirse en Seattle, Eashington DC., Toronto y Millau, Francia."
En relación a la Desestabilización, en la política continental, los autores de Santa Fe IV acusan al gobierno de Clinton en dejar "un entorno de inestabilidad y desestabilización potencial -en América Latina y en el mundo en general- que incidirá en la capacidad de gobernar de la próxima presidencia norteamericana". Esta situación se debe -a criterio de los autores del Documento- a que, "nunca la capacidad norteamericana de autoengaño ha ido tan lejos en temas como las negociaciones extendidas para lograr una "transacción exitosa", sin examinar si la mentada negociación exitosa no se está convirtiendo en un fin en sí misma. En ninguna parte resulta esto tan evidente como en Colombia, a pesar de que, lo mismo ha ocurrido en el caso de Irlanda, medio Oriente y los Balcanes, donde alentamos a un gobierno a que aceptara renunciar a su soberanía sobre grandes zonas de su territorio para entregarlas a asesinos terroristas y vinculados con las drogas, como un método de resolver un problema inmanejable". En síntesis: la intervención debe ser mucho más directa.
La Desforestación, es considerada en el Documento como "sólo el primer paso en una cascada de efectos que tiene como consecuencia la desertificación, el desplazamiento económico, la enfermedad y los deslizamientos de barro, como lo demostró el huracán Mitch en Honduras." "Cuando un habitat se fragmenta, su diversidad ecológica declina". La preocupación sobre este tema, está íntimamente relacionada con el punto 4 de DEFENSA: "Además, que los recursos naturales del hemisferio están disponibles para responder a nuestras prioridades nacionales. Una "Doctrina Monroe", si quieren".
Finalmente, se considera La Declinación De Estados Unidos. "El tono de Santa Fe IV no pretende ser negativo, pero es preciso enfrentar la realidad de que, desde 1993, la declinación de Estados Unidos se ha precipitado. El poder del país se basó ante todo en este hemisferio . . . a veces llamado Fortaleza América. Tanto Wilson como Franklin D. Rooselvelt consolidaron la base del poder norteamericano en este hemisferio antes de comprometerse en Europa o Asia." "Los esfuerzos por convertir el "verde" del Ejército en el "azul" de las Naciones Unidas plantean la pregunta de cuántos hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas están dispuestos a morir por la bandera de las Naciones Unidas. Estados Unidos está en una cuesta resbalosa que apunta a la pila de cenizas de la historia. El resto del mundo mira con asombro cómo nuestro impulso hacia la gratificación instantánea es aprovechado por nuestros opositores, que están adoptando el enfoque estratégico de largo alcance, tal como articuló Eugenio Ravines en su "Camino de Yenán".


Autor:

Prof. Bernardo Quagliotti De Bellis

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