Domingo Alberto Rangel: "Comandante: abogue por Carlos"
Hoy,
jueves 7 de agosto, a sólo una semana de conmemorar el infame secuestro
del revolucionario bolivariano y musulmán, Ilich Ramírez Sánchez, a
manos del los servicios secretos franceses, y como responsable del site
web del Comandante Carlos, he creído oportuno reproducir aquí el
artículo de opinión que hoy mismo publica Domingo Alberto Rangel, y que
apoyamos todos los miembros del Comité por la Repatriación de Ilich
Ramírez:
"El
comandante Chávez ha dedicado el último año a gestionar la libertad de
muchos perseguidos, tanto en América como en Europa. Dentro de las
campañas que asumió él en persona, destacó bastante la que culminara con
la liberación de las dos damas secuestradas por las Farc de Colombia.
Aunque a la postre, el muy astuto señor Uribe, arrebatara a nuestro
Presidente las preseas del mérito en cuanto a la liberación de tales
damas, es obvio que la tenaz cruzada de Hugo Chávez influyó bastante en
el happy end con que culminó todo.Aunque menos implicado de una manera
directa, porque ya Uribe cuando vino esta etapa no quiso ceder el
protagonismo ni por un minuto, también estuvo presente Chávez o ejerció
influencia en la liberación de Ingrid Betancourt. Tan evidente fue la
injerencia del mandatario venezolano en el rescate de Ingrid y sus
compañeros de cautiverio, que la propia liberada al enviar sus
agradecimientos a quienes, a su juicio, procuraron su libertad mencionó
al Presidente de Venezuela. Estas gestiones o estas campañas, colocan al
Jefe del Estado venezolano en la galería de benefactores de la
humanidad.
Sin embargo, las gestiones y las cruzadas de Chávez por el rescate de los prisioneros políticos adolecen de una deficiencia y no están completas. En ellas falta -o ha faltado- y se hace cada día más notorio tal defecto, un preso por el cual, si Chávez no aboga ahora todos sus esfuerzos en el campo humanitario se convertirían en sainete o podrían ser vistos como tal. Ese prisionero por el cual Chávez no ha levantado una voz de solidaridad o siquiera de piedad está recluido en una lejana penitenciaría.Hubo allí presos ilustres que penetraron en la historia y son hoy prototipos de a quienes se quiso humillar. En la cárcel donde está recluido el olvidado estuvo el capitán Alfred Dreyfus, quien inspiró aquella página inmortal, llamada: "J’accuse".En esa cárcel, donde también guardaron los hombres y mujeres de la Resistencia, se llama "La Conciergerie", el olvidado cumple prisión perpetua a la que fue condenado por la justicia de París. Apenas le puede visitar su esposa francesa y eso, a veces, el trato que le dispensan allí no se diferencia en nada, o en casi nada, del que recibe en la cárcel de El Callao, en el Perú, Abimael Guzmán. Al parecer la moral de este prisionero, aunque aislado, no se ha roto pese a los casi 15 años de reclusión que lleva ya en "La Conciergerie".
El
prisionero olvidado es por añadidura venezolano, hijo de padre y madre
venezolanos, nacido en el suelo patrio y educado en nuestra tierra. Se
le tilda de terrorista y la prensa europea -desde el conservador ABC de
Madrid hasta el progresista Le Monde de París le tildan de terrorista.
Tal vez por esta razón, el comandante Chávez no ha querido o no quiere
emprender campaña alguna por la liberación de este prisionero. Pero,
¿acaso a las Farc no se les llama también terroristas? No quiero
insinuar, de forma alguna, que el Presidente de Venezuela cese o aminore
sus gestos de identificación o simpatía por las Farc. Si algún
reproche pudiera hacérsele al Comandante en este campo es el de haber
abandonado a las Farc cuando vino, a partir de la muerte de Raúl Reyes,
la ofensiva de Uribe contra ese grupo guerrillero.
¿Por
qué Chávez, que no ha emprendido, ni emprenderá la menor campaña, no
pue- de tener un gesto fugaz de misericordia pidiendo la liberación de
este prisionero? Chávez ha mediado, haciéndose casi vocero de los
movimientos de guerrilla. Se ha identificado en gestiones humanitarias,
con alzados de todo tipo. En cambio en este caso del venezolano
condenado a cadena perpetua en Francia, calla y no mueve ni un dedo.
¿Cómo se llama ese notorio olvidado por el Presidente de todos los
venezolanos? Ilich Ramírez Sánchez o Carlos o El Chacal. Un gesto de
Chávez, por lo menos, aliviaría el infame trato que recibe en París. "
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